PILDORA DIARIA PARA
LA SALUD DEL ALMA
Pirkei Avot, Cap. 2 Mishná 11
"Rabí Yehoshua dice: la envidia (el mal de ojo), la mala inclinación y el odio a las criaturas, expulsan al hombre del mundo".
Podemos ver con esta mishná (enseñanza) que Rabí Yehoshua nos advierte
de que estas tres cosas nos acortan la vida. Cuando envidiamos lo que
nuestro prójimo tiene, viene la codicia consigo y a su vez ésta atrae el
odio. Esto lo único que causa es enfermedad al organismo, sobre todo si
no se tiene la posibilidad de tener cosas materiales que el prójimo
posee. Los alumnos de Rabí Akiva fueron egoístas y celosos entre ellos
mismos, no compartían sus conocimientos y codiciaban la sabiduría, ellos
son un ejemplo de muerte temprana generada por el mal deseo de no
ayudar a su compañero.
Hay un cuento de dos hombres que se
toparon con el rey de su país; uno era envidioso y el otro codicioso. El
rey les dijo: a cualquiera de ustedes que me haga una petición para sí
mismo, a su compañero le daré el doble... El envidioso no quería pedir
primero porque sabía que le darían el doble a su compañero, y el
codicioso tampoco quería pedir de primero, por la misma razón,
finalmente este último logró que su amigo pidiera primero. ¿Y cuál fue
su pedido al rey?... Pidió que le sacaran un ojo, para que a su
compañero le sacaran, ¡los dos!. Hasta este punto llega la envidia, la
codicia y el odio... Para el mal de ojo nunca nada es suficiente, no se
satisface con lo que tiene, siempre anda buscando más.