martes, 2 de febrero de 2016

Yétzer Hará (La mala inclinación)

PILDORA DIARIA PARA 
LA SALUD DEL ALMA

Pirkei Avot, Cap. 2 Mishná 11

"Rabí Yehoshua dice: la envidia (el mal de ojo), la mala inclinación y el odio a las criaturas, expulsan al hombre del mundo".

Podemos ver con esta mishná (enseñanza) que Rabí Yehoshua nos advierte de que estas tres cosas nos acortan la vida. Cuando envidiamos lo que nuestro prójimo tiene, viene la codicia consigo y a su vez ésta atrae el odio. Esto lo único que causa es enfermedad al organismo, sobre todo si no se tiene la posibilidad de tener cosas materiales que el prójimo posee. Los alumnos de Rabí Akiva fueron egoístas y celosos entre ellos mismos, no compartían sus conocimientos y codiciaban la sabiduría, ellos son un ejemplo de muerte temprana generada por el mal deseo de no ayudar a su compañero.

Hay un cuento de dos hombres que se toparon con el rey de su país; uno era envidioso y el otro codicioso. El rey les dijo: a cualquiera de ustedes que me haga una petición para sí mismo, a su compañero le daré el doble... El envidioso no quería pedir primero porque sabía que le darían el doble a su compañero, y el codicioso tampoco quería pedir de primero, por la misma razón, finalmente este último logró que su amigo pidiera primero. ¿Y cuál fue su pedido al rey?... Pidió que le sacaran un ojo, para que a su compañero le sacaran, ¡los dos!. Hasta este punto llega la envidia, la codicia y el odio... Para el mal de ojo nunca nada es suficiente, no se satisface con lo que tiene, siempre anda buscando más.