lunes, 19 de marzo de 2018

Matzá Casera



El consumo de Matzá para Pésaj y para los 8 días de matzot es muy importante, pues es un mandamiento.

Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel.”
(Éxodo 12:15)

Por lo cual la familia se dedica a sacar la levadura (Jametz) simboliza el pecado. Cuando la levadura se pone en un montón de masa sin leudar, ésta hace que la masa se infle o agrande. Igualmente, cuando nosotros dejamos que el pecado entre en nuestras vidas, nos inflará con orgullo y arrogancia. Por eso es que toda la levadura debía de ser separada, (Éxodo 12:15,19-20).

Por lo que el padre acompaña a los hijos, con una candela (vela) o lampara modernamente, una cuchara de madera, una pluma y un pedazo de lino, y les ayuda a buscar en toda la casa las diez piezas de levadura. Al anochecer, el día antes de la noche de Jag HaMatzot, se realiza esta última búsqueda. Para entonces, la casa debe estar completamente a oscuras, excepto por la luz de las velas.

Una vez el padre encuentra la levadura (pan), coloca la candela al lado de la levadura. Pone la cuchara a la par del pedazo de levadura y con la ayuda de la pluma pone la levadura sobre la cuchara, sin tocarla.
Luego envuelve la levadura, la pluma y la cuchara en la tela de lino y los echa fuera de la casa, en una hoguera, para que sean consumidos por el fuego.

Después de haber buscado y retirado toda la levadura de nuestras casas, oramos esta oración para estar seguros que nuestras casas están completamente limpias de toda levadura:

“Todo pan con levadura y toda levadura que esté en mi posesión, ya sea que yo la haya observado o no, ya sea que la haya buscado o no, deberá ser declarada nula y considerada sin valor como el polvo de la tierra. Bendito eres tú, oh Señor, nuestro D-s, rey del universo, quien nos santificó con tus mandamientos y nos mandaste retirar el pan con levadura”. “Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de Pésaj de HaShem, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas.... Entonces el pueblo se inclinó y adoró. Y los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como HaShem había mandado a Moshé y a Aharón… Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fuera leudada, en sus artesas de amasar envueltas en paños, y se las llevaron sobre sus hombros”.

(Éxodo 12: 26-28; 34)

Lamentablemente es muy caro comprar Matzá


En la actualidad una casa de matzá cuesta entre $12 a $30 más envío. Obviando Prov 17:22-23: "No abuses del pobre por ser pobre ni oprimas ante los jueces al indefenso, porque el Señor saldrá en su defensa y oprimirá a quienes le opriman", es incomprensible los costos por cumplir esta mitzvá que es de ineludible cumplimiento para todo judío, pues nos recuerda la salida apresurada de nuestros ancestros al salir de egipto, lugar de esclavitud para nuestro pueblo.  Por ellos les presentamos las alternativas HALAJICAS PARA LA FABRICACIÓN CASERA DE SUS PROPIAS MATZOT Y ASI CUMPLAN LA MITZVÁ.


Les dejamos un Video de como hacer matzot caseras y ser fieles a la tradición Judía sefaradí



Toda matzá a ser consumida durante los ocho días de Pésaj debe contar con una estricta supervisión para garantizar que no es jametz; sin ésta, no debe utilizarse. Además, hay otra mitzvá en las matzot: que sean “cuidadas”, es decir, elaboradas especialmente con el expreso fin de cumplir con ellas la obligación de comer matzá en Pésaj -leshém matzat mitzvá-, como expresa el versículo: Y cuidaréis las matzot (Exodo 12:17). 
Muchas autoridades sostienen que la mitzvá de comer matzá en la primera noche de Pésaj sólo puede cumplirse utilizando matzá shemurá matzá cuidada”.

¿Cómo “cuidamos” la matzá?.
– Desde el momento en que se cosecha el trigo y se lo lleva al molino para convertirlo en harina es mantenido bajo una minuciosa supervisión cuidando que no entre en contacto con agua u otro tipo de humedad.
– También se revisa que el trigo esté limpio y entero y no hinchado o brotado.
– Los molinos y demás utensilios empleados en el proceso de molienda, envasado y transporte deben estar igualmente limpios y secos.
– La harina no debe ser utilizada para hornear la matzá el mismo día en que fue molida, pues todavía está caliente como consecuencia del procesamiento y ello la hace más susceptible de fermentar en el momento del amasado.
– Asimismo, el amasado no debe realizarse cerca de un horno o una ventana abierta a través de la cual entra el sol, por temor a que la masa se caliente y fermente rápidamente.
– El agua que se emplea para hacer la masa también requiere de un cuidado y preparación especiales [como se detalla en la siguiente sección].
– Se debe cuidar que todos los utensilios y maquinarias empleados en el proceso de preparación de las matzot -desde el tamizado de la harina hasta el horneado- estén siempre limpios y relucientes, sin hendiduras, para evitar que restos de una tanda de masa se mezclen con la de la siguiente.
Existen, además, otras precauciones que deben tenerse en cuenta en la preparación de la masa, el amasado, y al introducir la masa en el horno. Todas estas medidas cautelares se realizan, paso a paso, declarando una y otra vez que son con el fin de obtener matzá para cumplirla leshém matzá mitzvá.
Dado que la matzá común es también vigilada -tal como describimos anteriormente, desde el momento en que se muele el trigo- ¿en qué se diferencia de la denominada matzá shemurá? La diferencia radica en que la ha sido “cuidada” aun en los pasos previos; es decir desde el momento en que el trigo es cosechado en los campos, en tanto que la “común” lo es recién a partir de la molienda.
¿Qué otras precauciones adicionales se toman en el “cuidado” de la matzá shemurá? El trigo es segado antes de que la espiga se haya secado por completo, mientras aún conserva su color natural, pues una vez que ésta se seca totalmente tornándose blanca ya no absorbe agua de la tierra, y al humedecerse con las lluvias podría llegar a fermentar y tornarse jametz pese a que todavía se encuentra unida a la tierra. Luego, los granos de trigo son llevados al granero para ser secados y trillados, y posteriormente son revisados escrupulosamente para cerciorarse de que no haya granos partidos o brotados. La cosecha es supervisada minuciosamente en cada paso hasta ser molida y convertida en harina.
La mayoría de las autoridades halájicas sostienen que basta con vigilar el trigo desde la molienda hasta que se termina de hornear siendo esta matzá apta para cumplir con la mitzvá de comer matzá en Pesaj. Sin embargo, otros sostienen que el trigo debe ser “cuidado” desde la siega. Por lo tanto, aquellos que son estrictos en cuanto a la observancia de las mitzvot y en Pesaj esto es más común que en el resto del año, se cuidan de utilizar solamente matzá shemurá. No obstante, todos deben tratar de que al menos las matzot utilizadas las dos primeras noches del Seder cuando se cumple la mitzvá de la Torá de comer matzá sean matzá shemurá. También se debe repartir a los demás comensales al menos un kazáit (28 gr.) de esta matzá en estas dos noches, para cumplir la mitzvá, pues el resto de los días de Pesaj no es obligatorio comer matzá sino optativo.
MATZOT HECHAS A MANO Y MATZOT DE MAQUINAS
A lo largo de todas las generaciones el pueblo judío ha observado escrupulosamente todos los detalles relacionados con el “cuidado” de las matzót preparándolas especialmente para ser utilizadas en cumplimiento de la mitzvá. Durante siglos, el método de preparación se mantuvo inalterable. Manos ágiles llevaban a cabo cada parte del proceso, desde el estirado de la masa hasta el fin del horneado de las matzot.
Aproximadamente ciento cincuenta años atrás [en el año 5616 (1855)] fue inventada una máquina para hornear matzot. La mayor parte del proceso -sino todo- fue automatizado, y las matzot mismas ya no eran tocadas por las manos del hombre. La introducción de esta nueva máquina generó una gran controversia entre los Rabinos de aquella época, polémica que perdura hasta el día de hoy. Algunas autoridades permitieron las matzot hechas a máquina mientras que otras las prohibieron, y cada una respaldaba su postura ofreciendo razones válidas.
Aquellos que permitieron su uso argüían que este tipo de matzot era preferible puesto que el proceso automatizado es mucho más rápido que el artesanal, haciendo menos probable que la masa leude y se torne jametz. No obstante, se requería un cuidado especial para mantener la máquina siempre limpia y sin restos de masa, entre el procesamiento de una tanda y la siguiente.
Por otra parte, aquellos que prohibieron su uso sostenían que, por cuanto todo el proceso de preparación de la matzá -desde el amasado hasta el horneado- requiere indefectiblemente de la intención conciente, en cada paso, de cumplir con la mitzvá de la matzá [leshém matzá mitzvá], como las máquinas no pueden tener esta intención, las matzot preparadas con ellas, al carecer de este requisito esencial no son aptas para su consumo en Pesaj. Un segundo motivo se basa en la complejidad de la máquina, lo cual hace que sea extremadamente difícil limpiarla bien de forma que no queden restos de masa en los engranajes y ranuras, pudiendo ocasionar -Di-s libre- que todas las tandas subsiguientes se vuelvan jametz. Además, dado que las partes de la máquina son metálicas y su movimiento acelerado genera fricción, y por lo tanto temperatura, es posible que fermente en un corto período de tiempo. Otro motivo: se nos ha transmitido por tradición que la fermentación de una masa preparada a mano tiene lugar, si se deja de trabajar, durante dieciocho minutos pero en cuanto a la preparada con máquina carecemos de tradición al respecto. Puesto que es factible que dicha masa fermente más rápidamente, debemos ser rigurosos, según la opinión de estas autoridades, y conservar el método original de preparación a mano.
También surgió otra objeción: La utilización de estas matzot podía llegar a perjudicar a los pobres, pues muchas familias indigentes esperaban con ansiedad las semanas (y meses) anteriores a Pesaj para trabajar en la preparación de las matzot y ganar lo suficiente para proveer a sus familias de lo necesario para la Festividad.
Por su parte, aquellos que permitieron las matzot hechas a máquina respondieron a su vez a todos estos argumentos, y hoy en día, en la mayoría de las comunidades, es comúnmente aceptado el uso de matzá hecha a máquina. Sin embargo -como vimos anteriormente- uno debe procurar utilizar matzot hechas a mano al menos para cumplir con la mitzvá de comer matzá en el Seder. Algunas personas son aún más estrictas y utilizan sólo matzot hechas a mano durante toda la Festividad de Pesaj.

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