
"Así estos días de Purim,
conmemorados y celebrados de generación en generación en todas las familias, en
todas las provincias y en todas las ciudades, no desaparecerán de entre los
Judíos, y su recuerdo no se perderá entre sus descendientes." (Esther 9:28)
Hasta ahora todo se desarrolla por vía
natural. Entonces ¿dónde está lo extraordinario? Precisamente en ver como todos
estos acontecimientos normales y lógicos se encaminan hacia un momento
crucial...
Lectura de la Meguilá: En la noche de Purim y en el servicio matinal del día siguiente leemos la Meguilat Esther (el libro de Esther, en forma de pergamino enrollado) para proclamar la historia de Purim públicamente a todo el pueblo. Tanto hombres como mujeres tienen la obligación de escuchar la Meguilá.
Disfrazarse: Purim marca la etapa donde comienza la ocultación de D-s en la historia; los milagros de D-s no se revelan ante el hombre. Pero el hecho de que no lo percibamos no quiere decir que no esté presente. Cuando una persona se disfraza no somos conscientes de su presencia, pero ella está entre nosotros.
Mishlóaj Manot (envío de alimentos): Como nos enseña la Meguilá de Esther: "... y en el mes que se les transformó a ellos la tristeza en alegría y el duelo en día festivo, para hacerlos días de banquete y alegría, y envío de alimentos uno al otro…" (Ester 9:22).
La razón de este precepto es que cuando la persona le envía alimentos a su
prójimo, le está expresando su sentimiento de aprecio y amor, y de esa forma
también se implanta en el corazón de su prójimo un sentimiento similar. Por
cuanto que el versículo dice "...y envío de alimentos" en plural, la
mitzvá consiste en enviar dos porciones de alimentos. Los Mishlojei Manot deben
ser entregados el día de Purim y no los días anteriores a la fiesta, y es correcto
darlos después de la lectura de la Meguilá.
Matanot Laevionim (regalos a los pobres): Enviar regalos y mishlojei manot a los más desfavorecidos, con la finalidad de que todos los miembros del pueblo de Israel puedan festejar la fiesta de Purim, con regocijo y alegría.
Tzedaká y Majatzit Hashekel (el medio shekel): En la época en que el templo existía, todo israelita mayor de 20 años, rico o pobre, debía renovar su participación por medio del pago anual de medio shekel para el mantenimiento del Templo y sus servicios. Como este pago requería ser efectuado el primero de Nisán, solía ser recordado al pueblo en una proclamación especial que se emitía el primer día de Adar. En nuestros días, en la noche de Purim antes de la lectura de la Meguilá, se da el Majatzit Hashekel, como caridad para los pobres o las instituciones benéficas. El valor de Majatzit Hashekel es el equivalente a diez gramos de plata.
Comida festiva: Para rememorar
el banquete real en el cual Esther logró la anulación del decreto de Amán
El
rey Ajashverosh hizo una gran fiesta en el tercer año de su reinado para
mostrar su poderío a todo el mundo. El último día del banquete exigió a su
mujer Vashtí que bailará ante todos; Vashtí rehusó y él, en un ataque de furia,
ordenó su ejecución. En el año sexto de su reinado (362 a.e.c.) Ajashverosh
buscaba una nueva mujer; mandó a llamar a las mujeres más guapas de todo su
reino, con el fin de eligir a la más bella y coronarla como reina de su
Imperio. Sin revelar su identidad judía, Esther, sobrina de Mordejai "el
judío" y según las indiciaciones de éste, se presentó ante el Rey quien
quedó maravillado por tanta belleza y sin pensarlo más la coronó Reina.
Poco
después, el Rey nombra a Amán como su primer ministro. Debido a su nuevo cargo,
Amán ordena que todos los que trabajan en el Palacio Real se inclinen ante él.
Todos lo hacen a excepción de Mordejai, por lo cual enfurece a Amán, quien
decide tomar represalias, no solo contra Mordejai, sino contra todos los
judíos. Amán se dirige al Rey y le convence de la necesidad de exterminar a
todos los judíos del Imperio Persa: "..."Hay una nación repartida a
lo largo del reino, que es diferente de todas las otras naciones... Si me das
permiso, los puedo destruir por ti." Ajashverosh le da entonces a Amán su
anillo real para sellar órdenes y decretos, y éste entonces, envía a todas las
provincias el decreto de "destruir, matar y asesinar a todos los judíos,
jóvenes y viejos, mujeres y niños, a todos en un solo día"... este día
sería el 13 del mes de Adar".
La
misma noche en que Amán decreta que todos los judíos deben ser exterminados, el
Rey pierde el sueño y pide que le traigan el Libro de las Crónicas y que lo
lean en su presencia. Al abrir el libro, coinciden justo en la página en la que
se relata como Mordejai le salvó la vida al Rey. La Meguilá nos narra que una
vez Mordejai estaba sentado en la puerta de palacio y escuchó a dos servidores
del Rey que planeaban envenenarle. Mordejai, como ciudadano fiel al Rey, reveló
el complot.
Esa
mañana llega Amán para hacerle firmar al Rey el decreto de la pena de muerte de
Mordejai. El Rey pregunta a Amán ¿qué le harías a una persona que ama y venera
al Rey? Amán se da por aludido y le dice: “lo pasearía por toda la ciudad”.
Ante esta respuesta, Ajashverosh encomendó a Amán ser el encargado de realizar
este cometido con Mordejai.
Al día siguiente se llevó a cabo el
banquete de la Reina, donde Esther pretendía revelar su identidad judía. El Rey
le preguntó a Esther cuál era su deseo y ésta pidió que le sea perdonada la
vida a ella y a su pueblo, señalando a Amán como instigador del decreto de
exterminio. Fue así que Ajashverosh ordenó utilizar la horca, preparada
originalmente para Mordejai, para ejecutar en ella a Amán. El día 14 de adar
los judíos agradecieron a D-s y gozaron de gran felicidad y el 15 de adar la
ciudad de Shushán celebró con alegres banquetes la salvación del nefasto
decreto. Por este milagro Mordejai decretó que todos los años, el día 14 de
adar se lea la Meguilat Esther, en la cual se relata esta historia, y que se
repartan regalos y obsequios a pobres y amigos, para que de esta forma la
alegría sea plena para todos los judíos.
Cuando reflexionamos acerca de cada
evento por separado, todo nos parece normal y casual, pero al unir todas las
etapas y analizar todo el proceso en su conjunto, descubrimos que no puede
únicamente ser cuestión del azar: que en la misma noche que el Rey pierde el
sueño, se le haya leído la crónica de Mordejai; y que esto haya sucedido justo
la noche anterior a que Amán se presente para colgar a Mordejai y al día en que
Esther decidió revelar su identidad.
Es
en Purim donde se puede entender la relación entre la libertad de acción del
hombre y la voluntad Divina. Todo consiste en analizar los procesos históricos
o nuestra vida personal en su conjunto, y no por etapas separadas, al igual que
cuando leemos la Meguilá: a medida que vamos avanzando en su lectura, no
podemos ir enrollando el pergamino; debemos dejarlo abierto y analizarlo como
una sola unidad.
El
Ayuno de Esther: El día 13 de Adar se debe ayunar
desde el amanecer hasta la salida de las estrellas.
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