Rabino Ioel Padowitz
¿Qué es el
Gan Eden (el jardín del Edén)? Es el lugar donde las almas valiosas,
habiendo pasado este mundo, disfrutan la luz de la Presencia Divina
mientras que esperan su entrada al mundo venidero - la era
Post-Mesiánica (Talmud Shabbat 152b; Dérej Hashem 1:3:11).
El Zohar, la
obra más importante del misticismo judío, explica (Emor 103a) que la
sucá genera una gran intensidad de energía espiritual, tan grande que la
Divina Presencia se manifiesta en ella de una manera similar que en el
Gan Eden. Durante Sucot las almas de los siete pastores de Israel -
Abraham, Itzjak, Iaacov, Moshé, Aharón, Iosef y el Rey David - dejan el
Gan Eden para participar de la Divina luz que habita en nuestras sucot
(cabañas).
Cada día de
Sucot, estas siete almas están presentes, pero cada una toma su turno
para dirigir a las otras seis. Colectivamente estas visitas son
llamadas ushpizín - una palabra en el idioma arameo que significa
"invitados". Para recibir a estas almas ilustres, muchos tienen la
costumbre de recitar una larga invitación mística al entrar cada día por
primera vez a la sucá. Adicionalmente muchos invitan a los ushpizín
cada vez que participan de una comida en la sucá. Algunos judíos
sefaraditas inclusive tienen la costumbre de dejar a un lado una silla
decorada y recubierta con ropas finas y libros sagrados.
Profundizando
un poco más, encontramos que el tema de los siete ushpizín está
relacionado con un tema recurrente en la filosofía judía: que el tiempo
se mueve bajo patrones fijos, que la historia se está moviendo hacia una
meta final (Dérej Hashem 4:7:2).
El Rey David
escribe: "Mil años en Tus ojos son como un día" (Salmos 90:4). Cada día
de la fiesta Sucot corresponde a un día de la semana y a cada uno de
los siete milenios de la historia de la humanidad que comienzan con Adam
y culminarán en la época del mundo venidero (Sanhedrín 97a; Dérej
Hashem 1:3:9).
Acompañada por los siete pastores, Sucot es la
festividad que representa el concepto del pueblo judío trabajando
conjuntamente para traer un mundo de paz y perfección (Sefat Emet).
Además, los
textos místicos judíos, explican que cada uno de estos siete ushpizín
hace alusión a un camino espiritual fundamental (sefirá) por medio del
cual el mundo está siendo metafísicamente nutrido y perfeccionado (Dérej Hashem 3:2:5; Zohar Jadash Toldot 26c; cf. Zohar 2:256a).
- Abraham representa el amor y la amabilidad.
- Itzjak representa la moderación y la fuerza personal.
- Iaacov representa la belleza y la verdad.
- Moshé representa la eternidad y el dominio por medio de la Torá.
- Aharón representa la empatía y la receptividad del esplendor Divino.
- Iosef representa la santidad y una base espiritual.
- David representa el establecimiento del Reino del Cielo en la tierra.
Cuando
actuamos de maneras que manifiestan uno de estos caminos espirituales,
la luz Divina (dirigida por medio de su conducto trascendental
particular), brilla hacia el mundo y hace que esté más cerca de su
plenitud (Dérej Hashem 4:2:2:5). Como dice el Talmud: "Con la misma
copa que el hombre mide, las influencias espirituales son medidas fuera
de él" (Sotá 8b).
Pero
independientemente de estas sublimes cuestiones espirituales, el
principal énfasis del judaísmo recae en las buenas acciones de cada
judío. El Zohar (Emor 103a), después de explicar el concepto de los
ushpizín, continúa:
"Uno debe
también alegrar al pobre, y una porción de comida (que de otra forma
hubiera sido puesta a un lado para los ushpizín) debe ser ofrecida a las
pobres. Porque si un hombre se sienta en la sombra de la fe e invita a
aquellos honorables invitados pero no les da esa porción (a los
pobres), todos ellos se alejarán de él… Uno no debe decir: 'Primero me
voy a satisfacer a mí mismo con comida y bebida y le voy a dar las
sobras a los pobres'. En lugar de esto, le debemos dar primero a los
invitados pobres que tengamos. Si uno alegra a sus invitados y los
satisface, D's también lo regocijará a él. Abraham, Itzjak, Iaacov y
los demás ushpizín lo atenderán…".
Similarmente, Maimónides cita como una obligación religiosa que "si uno come y bebe,
está obligado a alimentar al extranjero, al huérfano y a la viuda, junto
con otros desafortunados pobres… Alguien que no hace esto no está
disfrutando de una mitzvá, sino que más bien su estómago está
deleitándose (Hiljot Iom Tov 6:18).
Ojalá que la
inspiración de los ushpizín nos ayude a cumplir nuestros roles como
judíos disfrutando y elevando nuestras experiencias así como las del
mundo alrededor nuestro!
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