miércoles, 18 de diciembre de 2019

Eshet Jait


Eshet Jait (¿Mujer o Esposa Virtuosa?)

אישה בעלת ערך, מי יכול למצוא? זה יקר יותר מאשר פנינים. לב בעלה בוטח בה; שום דבר לא יחסר ממנו. היא מפעילה טוב ולא רע בכל יום בחייה.

Mujer Virtuosa, ¿quién puede hallar? Es más preciosa que las perlas. El corazón de su esposo confía en ella; nada le faltará a él. Ella le prodiga el bien y no el mal, todos los días de su vida.   Proverbios 31: 11

"Ama a tu mujer como a ti mismo y hónrala más que a ti mismo". (Yevamot 62-b: Talmud)

Los no judíos al no tener buenas orientaciones en su hablar caen en la disyuntiva de llamar a sus mujeres como "Esposas" y por ende nos exigen a los Judíos que les llamemos de tal manera elegante, pues es la forma correcta de decirse. Pero en realidad, en hebreo Ishá (Mujer o Varona) tiene la connotación positiva de alguien que está unida en parentela desde las Shamaim con un Ish (Hombre o Varón) según el misticismo Judío, las dos almas fueron divididas en los Shamaim para un reencuentro en la tierra y cumplir el propósito dado por HKBH.

Las mujeres griegas y romanas no eran mas que una posesión en su haber. Cuando un comerciante de la antigua Grecia hacía un acuerdo con algún proveedor, sellaba el contrato vertiendo unas gotas de vino en el altar de alguno de sus dioses. La palabra griega para ese gesto era spendo ‘derramar una bebida’, pero debido al hábito impuesto por los comerciantes, spendo que adquiriendo poco a poco el sentido adicional de ‘hacer un acuerdo’ o ‘firmar un contrato’.

A partir de spendo, se formó en latín el vocablo sponsus, usado para nombrar a la persona que asume algún compromiso, así como el que se compromete a patrocinar alguna iniciativa es hoy designado, frecuentemente, con la palabra espónsor, tomada del inglés, tal vez más que con la española patrocinador. Y si un hombre que se compromete a casarse con alguien es un sponsus, la mujer que hace lo mismo es una sponsa, palabra que llegó a nuestra lengua como esposa. Por ellos se llama esposas a las "esclavas" o pulseras que se coloca a los prisioneros o las personas que usan "mancuernas" en sus camisas.

Así que nosotros NO COMPRAMOS UN ALMA O UNA EMPLEADA, no es un compromiso que asumimos, sino que nos unimos a una parte nuestra para completar la Nefesh (alma) y así ser UNO, (Ish-Varón e Ishá-Mujer) como el Dio es UNO.

«Bienaventurado es el hombre que fue creado a imagen divina«. (Talmud).

Dr. Moshé Henriques Linarth

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